A una entrevista debemos llevar nuestra Motivación, Energía y Potencial. La motivación la demostramos en la entrevista comentando cómo están alineados mis propósitos profesionales y personales con la visión y misión de la organización. La energía a través de nuestras historias de logros y fracasos, por ultimo cómo nuestras habilidades técnicas van a permitir generar valor de forma inmediata en el nuevo desafío, es decir soy un candidato que agrega valor y que tengo capacidad de aprender rápido de nuevos entornos.
Un 80% de las preguntas que te hacen en una entrevista son las mismas. Entonces ¿Por qué cometemos los mismos errores? ¿Por qué no sabemos ofrecer nuestros logros y experiencia de forma efectiva?. Algunas veces ponemos las entrevistas en un pedestal tan alto que nos bloquea o paraliza. La entrevista es una conversación de dos personas donde te preguntaran sobre la persona que más conoces: TÚ.
1. Ser demasiado humilde.
¿Cuál es tu valor agregado? ¿Por qué deberíamos contratarte? Esta es una pregunta donde debes alabarte un poco y ser menos humilde. Fundamenta tus respuestas en cumplimiento de objetivos, experiencia y fortalezas. Es una pregunta regalo, para demostrar qué te hace único y estratégico para la empresa. Recuerda establecer tus tres mensajes paraguas sobre la cual va girar todo tu discurso durante la entrevista. El CV afirma tu valor, en la entrevista lo reafirmas.
2. No identificar las preguntas trampa
¿Cuáles son tus debilidades?, ¿Qué Feedback te dieron en tu último trabajo?, ¿Por qué no deberíamos contratarte? Es la misma pregunta, entonces da la misma respuesta. No respondas debilidades distintas, sin darte cuenta terminarás diciendo 5 debilidades. Solo debes decir una, máximo 2 y contar cómo estás trabajando para mejorarlas.
3. Dejar que el entrevistador regule tu energía.
Te vas a encontrar con los 4 tipos de reclutadores: Los preguntones, los que te dan confianza desde el inicio, los que no tienen tiempo y aquellos que no saben cómo entrevistar. Se cual fuera el escenario, no puede afectar tu esencia y lo que tienes que decir. Mientras estés sentado, tu energía tiene que mantenerse o subir, pero no caer. Recuerda que es una conversación de dos personas, puedes hacer preguntas estratégicas para dinamizar la entrevista. Algunos candidatos me dicen Alfredo, después de una pregunta incomoda, sentí que me salí de la entrevista, no pude recuperarme. Terminada tu respuesta, se acabó. Y estas atento a la siguiente, tenemos que desarrollar la capacidad de rebotar y recuperarnos durante una entrevista de trabajo
4. Aprender de tus fracasos.
Vas a varias entrevistas, das las mismas respuestas y no te llaman. Haz una pausa y piensa sobre lo que está funcionando o no, para potenciarlo o sacarlo de tu discurso. Entrevisto candidatos que me dicen que es su 7ma entrevista, pero pareciera que fuera la primera. Ya no debes permitirte errores básicos.
5. No saber cerrar la entrevista.
Haz preguntas finales sobre la empresa que demuestre tu interés en el puesto. No preguntes sobre proyecciones financieras o estrategias comerciales al de RR.HH, esa pregunta es para quien sería tu jefe. A RR.HH. pregúntale sobre cómo viven los valores, planes de desarrollo o cómo logran mantenerse en el ranking de clima laboral durante varios años. No desperdicies la típica pregunta ¿Tienes alguna pregunta que hacernos?, quedándote callado o haciendo preguntas que no cumplen el objetivo de manifestar motivación sobre el puesto o extender la entrevista un poco más.
Recuerda, puedes cometer errores, es parte del aprendizaje y ser humanos. Pero aprende a recuperarte durante la entrevista y logra ofrecer tu mejor versión.
PAUSA ACTIVA:
Cuando salgas de la entrevista pregúntate:
1. ¿Dije todo lo que tenías que decir?
2. ¿Despertaste el interés del reclutador? ¿hubieron repreguntas?
3. ¿Deje manifestado mi interés por la empresa y la posición?
El artículo forma parte del Libro de Alfredo Alfaro que fue publicado para América Latina en Agosto 2019.
