Cuando una persona asciende, tiene una carga emocional de querer demostrar que fue una buena apuesta su promoción.
Amanda había trabajado en la misma empresa durante cinco años. Siempre fue una trabajadora destacada y, cuando se presentó la oportunidad de ascender al puesto de gerente de área, no dudaron en ofrecérselo. Sin embargo, durante sus primeras semanas en el nuevo cargo, se sintió abrumada. Las expectativas parecían más altas, y aunque estaba familiarizada con muchos de los procesos, la presión y la responsabilidad de liderar un equipo la hicieron cometer errores que nunca imaginó.
Errores corporativos al ascender a empleados
En First People Consulting, hemos identificado algunos errores que cometen las empresas, cuando ascienden a sus trabajadores. Cito los más recurrentes:
Falta de Capacitación Adecuada: No proporcionar la formación necesaria en liderazgo y gestión puede hacer que los empleados ascendidos se sientan perdidos. Hacer un análisis de los soft skills o técnicos que necesitará el trabajador y un plan de desarrollo acelerado para que se adecue rápido al cargo.
Expectativas poco claras: Al no definir claramente las responsabilidades y objetivos del nuevo cargo, se puede generar confusión y ansiedad. Unido a la ansiedad del trabajador se une la no definición de metas de su nuevo rol.
Soporte Insuficiente: Ascender no solo implica mayores responsabilidades, sino también nuevos desafíos. Sin el apoyo adecuado, el empleado puede sentirse aislado. Un mentor o potenciar un liderazgo formador de su nuevo líder serán vitales para acompañar al nuevo líder.
ERRORES MÁS COMUNES DE UN TRABAJADOR RECIÉN PROMOVIDO
1. Sobrecarga por No Delegar
Un ascenso exige conectarse con un rol más estratégico, y eso lo logras delegando, soltando lo operativo.
Aquellos que ascienden a menudo han llegado allí debido a su habilidad y eficiencia en tareas específicas. Sin embargo, un nuevo rol de liderazgo requiere más supervisión y estrategia que ejecución directa. Algunos líderes nuevos sienten que, si quieren que algo se haga bien, deben hacerlo ellos mismos. Esto puede llevar a una sobrecarga de trabajo y, peor aún, a un equipo desmotivado que siente que no se confía en sus habilidades.
2. Resistencia al Cambio
La parálisis por análisis puede convertir en un stopper al nuevo líder. Recuerda que lograste el ascenso no solo por tus logros, tambien por los aprendizajes de tus errores.
Ascender puede provocar la sensación de estar bajo el microscopio, lo que a veces lleva a los recién promovidos a ser conservadores en su enfoque. Temen hacer cambios significativos porque no quieren cometer errores visibles. Sin embargo, evitando el cambio necesario, pueden estancarse y no lograr las innovaciones o mejoras que su equipo o departamento necesitan.
3. No Escuchar al Equipo
Respeta tu biología, tienes dos orejas y una boca. Escucha más y habla menos en tus primeras semanas en tu nuevo cargo.
El nuevo liderazgo puede, en ocasiones, llevar a desarrollar una mentalidad de «yo sé lo que es mejor». Pero un buen líder reconoce que su equipo, especialmente aquellos que han estado en sus roles por más tiempo, tiene valiosos conocimientos y perspectivas. Ignorar el feedback del equipo puede llevar a decisiones mal informadas y un ambiente de trabajo donde los empleados sienten que sus opiniones no son valoradas.
4. Evitar Decisiones Difíciles
Tu carácter tiene que revelarse en la conversaciones difíciles, establece tus no negociables y colócalos sobre la mesa con asertividad.
Tomar decisiones impopulares o difíciles es una parte inevitable del liderazgo. Algunos recién ascendidos pueden evitar estos veredictos difíciles por temor a perder el apoyo del equipo o por miedo a las críticas. Sin embargo, postergar o eludir estas decisiones puede llevar a problemas más grandes en el futuro y minar la percepción del líder como alguien decidido y confiable.
Ser ascendido es un reconocimiento al esfuerzo y la dedicación. Sin embargo, es crucial comprender que un nuevo cargo conlleva nuevos desafíos y responsabilidades. Las empresas deben brindar apoyo y formación adecuada, y los empleados ascendidos deben estar dispuestos a aprender y adaptarse. Solo así se podrá garantizar una transición exitosa y beneficiosa para ambas partes.
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